11 de abril de 2010

SENTIR LA REALIDAD

Sigo oyendo el ascensor y esperando a quién ya murió si es que alguna vez existió. A mis ojos, dí todo, incluso lo que no se podía ver. A mis miedos, que no son pocos, me enfrenté. Por primera vez, valía la pena darlo todo, por primera vez la vida se me presentaba distinta, algo nuevo para mí y difícil de creer. Tenerle a mi lado ya era un milagro; me había elegido, alguien me había elegido. Ya os digo ¡¡ increíble!!, tanto, tanto, que, cómo no, resultó ser una mentira.
Tuve mucho cuidado en no mentir. Cada palabra es una promesa y no quería prometer lo que no fuera a cumplir. Poco a poco y con toda mi imperfección, fui dando por propia convicción, y cada te quiero, te amo; cada caricia, cada gesto eran ciertos para hoy y el futuro, porque creía que habría un futuro. Vi cual era su prisión y respondí. ¡Qué hay más preciado que la libertad! Esperaba...no sé que esperaba. Quizá que mirara su interior y que sus palabras fáciles fueran conscientes de que eran promesas con las que no se puede jugar. Quizá yo lo tuve más fácil, los cambios que me pedía eran todo apariencia y superficialidad. Yo esperaba cambios interiores, de esos que requieren desear ser y verse a sí tal cual es. Pero eso no está de moda. Hoy sólo impera el aparentar ser, eso es suficiente; ¡bien lo saben los eruditos que hablan de la crisis de valores! Y así me quedé yo, sintiendo que soy una extraterrestre.  Mi gran error fue confiar, algo difícil de contrarrestar si durante seis años oyes lo mismo, "déjate caer", "no te voy a fallar", "confía en mí", cada día durante seis años....Al final sucumbí, decidí creérmelo. Ese fue mi error, creer que sus palabras tenían mi misma convicción.
Y llegó el día de la verdad: "quiero una vida fácil" , "quiero aparentar ser, con eso me basta", "no quiero tener que pensar", "sólo has sido un rollo sexual". Con eso me quedé. Después de darlo todo, solo había sido, y perdón por la expresión, su puta particular. Ninguna posibilidad de no creer sus palabras porque lo hechos, por primera vez, iban al unisono con ellas. Todos su actos decían lo mismo "me has servido para sentirme bien, pero sólo has sido eso". Llegado el momento de dar de verdad surgió el verdadero ser, ese que está tan de moda.
Un resumen breve de lo que fue.
Pero no todo quedó ahí.  Con el corazón completamente roto debía continuar. Todos lo esperaban: "Mónica, la fuerte, la que a todo se enfrenta".  Os aseguro que lo intenté y fracasé. Hice todo lo que se me decía que debía hacer, todo lo que la "voz popular" me repetía sin cesar. Y mientras lo hacía parecía ir bien, al menos de cara al exterior. Todo el mundo tranquilo, "ella se apaña, yo no tengo que hacer nada, tan solo decirle lo que debe hacer y poder continuar con mi vida sin interrupciones y sin escuchar tristezas de nadie"
Pero nada cambiaba en mi interior. Estaba y estoy completamente vacía. Y vi que eso era el amor real, no en el que yo tantos años he creído. Que nadie da nada y mucho menos si no respondes a lo piensan que eres y/o debes hacer. Se repetía la misma historia "me sirves sólo si me haces sentir bien"  Empecé a pedir lo que necesitaba de verdad y una a una fueron desapareciendo las amistades. Demasiado esfuerzo llamar, demasiado esfuerzo vivir la impotencia de no poder salvar. Y si decía la verdad "contigo no puedo contar" todo eran enfados, reproches y juicios. Y se fueron liberando conciencias: "no se deja ayudar". También hay quienes me aconsejaron "un clavo saca otro clavo", así de fácil se veía, "hazle a otra persona lo mismo que han hecho contigo, úsala". Sinceramente, yo no soy capaz de hacerle eso a nadie, pero reconozco que esa frase me ha abierto los ojos a uno de los motivos que realmente mueve a la personas.
Hoy ya sé que el amor no existe, al menos ese en el que he creído tantos años, casi toda mi vida. No era ese ideal de plena gratuidad. Siempre hay recompensa aunque sea la satisfacción personal. Pero sí creía en ese de "quién da recibe". Por desgracia he visto que no existe, que nada bueno vuelve, al menos en mi vida.
Y repaso mi vida, una y otra vez. Desde pequeña he podido reconocer lo que no es amor, lo he visto en otros y lo he visto en mí. He experimentado el sufrimiento que produce en mí y en los demás y, desde que tengo conciencia de ello, me propuse no dejarlo crecer. Pero yo también esperaba recompensas. Quienes me conocían repetían "te mereces mucho amor" "tu vida estará llena de amor, ya lo verás". He escuchado esto cerca de treinta años, pero no, no llega. Algo debo tener que no reconozco y me hace especial; me he rodeado de "amistades" que no me quieren bien y de parejas que me han tratado como basura. Y quién sigue a mi lado, ojalá aguanten ante tanta destrucción, me dicen sin cesar: "tú no tienes la culpa", "la mierda de persona no has sido tú", "te topaste con una mala persona que te utilizó"....Sea como fuere, repaso mi vida y está llena de sufrimiento y desamor. Tengo que bajar a la realidad, me lo digo una y otra vez. Ya no me dicen "el amor te llegará". Supongo que ya ni los demás lo creen, los que me quieren bien. Se han dado cuenta y no desean mentirme, algo que agradezco.
He luchado tanto por "ser" que no he visto que lo que mueve a las personas es "conseguir".
Ahora estoy intentando ver como todos "vive como puedas y déjame en paz" "si me sirves te querré y si no...puerta". Hasta el altruismo es una recompensa en sí mismo.
Soy lo que soy, lo que he querido ser. Igual que todos, imperfecta pero muy consciente de mis actos. No puedo ni sé renunciar a ello, así que mi futuro, si es que lo hay, se presenta con una sola perspectiva: "confórmate". No voy a ser feliz, sencillamente por que lo que creo no existe, y al parecer no puedo despojarme de esos ideales por los que tanto he luchado. Ver la realidad humana tal cual es y de la que formo parte también con mi parte más oscura, me llena de tristeza pero sé que es lo que hay y debo acostumbrarme a ello. No más luchas por una utopía. Los ideales se irán oxidando con el tiempo dando paso a la realidad, la realidad de hoy: El amor no existe.

No me preguntéis ¿cómo estás? si no podéis oír "mal", prefiero el silencio que lecciones de quién ni entiende ni quiere saber. No me hables de tu preocupación por mí si no hay ninguna otra acción por tu parte, sé coherente con lo que quieres dar; yo no voy a solucionar tu tristeza por mí si es que la hay. Sigue, entonces, la premisa estándar del ser humano "vive y deja vivir". Yo por mi parte intentaré decir la verdad y no voy a salvar el ego de nadie tan solo por quedar bien o salvar su auto-culpabilidad. Cada uno sea fiel a su conciencia, yo con la mía ya tengo bastante.Y aquellas personas que, con hechos, han demostrado amor por mí, seguiré dando todo, estén bien o mal. Para ellas siempre estaré y quizá para los que tengo aún una obligación moral.
Sirva esto de justificación: voy a dar si me dan y en la misma medida. Así de egoísta. Como suena. Porque cuando he necesitado no había nadie, porque cuando he pedido ayuda no había nadie, porque me han dicho muchos "te quieros" que eran mentira (el amor sin actos no es nada), porque, sobretodo, me han tratado como basura después de muchas falsas promesas y me han utilizado tanto que en lo profundo de mí solo siento  que soy "cosa" ; porque mi vida continuará siendo una agonía si confío en las palabras que tan fácilmente se dicen sin pensar. 
¿Lo que soy ahora? Un corazón totalmente roto e imposible de recomponer. Si buscas sentirte bien o divertirte, no vengas a mí. Te aseguro que ni queriendo puedo dar más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales